Desde hace unos años existe una corriente educativa en la que el método específico o analítico está, de alguna manera, demonizado.
Parece que poner a los niños a botar o a pasar el balón de forma repetitiva y centrándonos en la ejecución técnica no sea una forma adecuada de enseñar los fundamentos del baloncesto. Parece que si lo hacemos los niños y niñas se van a aburrir y no disfrutarán de la práctica deportiva.
Es evidente que nada les gusta más a los niños y niñas que jugar partido y practicar juegos recreativos aplicados al baloncesto, pero no creo que esa sea la única forma de divertirse en un entrenamiento.
Mi experiencia me ha enseñado dos cosas que aplico a diario en mi forma de trabajar y que me han dado buenos resultados hasta el momento.
La primera es que los jugadores disfrutan jugando pero también si ven que mejoran y sus habilidades crecen a diario. No creo haber descubierto nada si digo que cuanto mejor eres, cuanta más habilidad tienes, mejor te lo pasas jugando a cualquier deporte.
Veo equipos jugando 5×5 todo el entrenamiento y me doy cuenta de que los niños más hábiles tocan la pelota hasta 20 veces más que el menos hábil por lo que me hago esta reflexión: Un niño que toca el balón 3 veces en un entrenamiento, ¿mejora algo?¿Se divierte?
Me gusta pensar que trato de llegar a todos mis jugadores y es por eso que me preocupo de que todos ellos mejoren a diario y eso no lo consigo con el 5×5.
De ahí que dedique más del 70% del tiempo efectivo de entrenamiento a la mejora de los fundamentos individuales y esto me lleva a la segunda cosa que he aprendido en estos años: La mejor manera de enseñar correctamente los fundamentos técnicos es a través del método analítico y la repetición del patrón motriz.
En conclusión, no le tengan miedo a trabajar con ejercicios específicos en los que cada jugador tenga un balón y trabaje en sus fundamentos.
En primer lugar tendrá el balón en sus manos, se sentirá útil y al recibir instrucciones se sentirá más importante. En segundo lugar, mejorará mucho sus habilidades a la hora de enfrentar otro tipo de situaciones como el 1×1, el 2×2 o el 5×5, lo cual le hará feliz.
Eso sí, hay que entender que este tipo de trabajo necesita de entrenadores motivados, que corrijan constantemente a todos los niños y sepan “vender” su trabajo bien para que en los primeros días los jugadores acometan el trabajo lo suficientemente motivados.
Ah, y para todos aquellos entrenadores que sólo piensan en ganar y por eso juegan 5×5 todos el día dejo esta reflexión. A mejores jugadores, mejor jugará tu equipo. Si trabajas la técnica individual conseguirás mejoras resultados a medio plazo.
Nacho Gella Ciprés Psicopedagogo y Entrenador Superior de Baloncesto.
Nacho Gella Basket 
Hola Nacho.
Lo que indicas está perfectamente argumentado.
Intentaré no derivar mis comentarios, uno tras otro, a la única experiencia en la que yo podría aportar comentarios, que es el baloncesto para personas con discapacidad intelectual.
Dado lo diverso de mi grupo de entrenamiento, chicas y chicos, con y sin discapacidad, ahora mismo el constante aprendizaje a base de errores, me tiene en sesiones de 75 minutos, hora y cuarto, de los cuales solo jugamos 4×4 con cambios o 5×5 la última parte de algunos entrenos y por tiempo de 20 minutos como máximo.
Ello porque alguno de los chicos menos habilidosos, cuando toca ese partidillo, ya se ven con mucha menos participación que mientras tienen su balón para botar, pasar y tirar.
Lo dicho, excelente reflexión con la que estoy de acuerdo.
Saludos cordiales,
Pepe Fernández
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Muchas gracias `Pepe. Lo primero que hay que valorar el programar el trabajo de un equipo es sus intereses y objetivos. Si tienes un equipo en el que el interés de los jugadores y sus familias es que lo pasen bien o que ofrezca una labor terapéutica y la competición y el desarrollo quedan en segundo plano, creo que es acertado dedicar mucho más tiempo a jugar 4×4 o 5×5.
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Hola de nuevo Nacho. Voy a meditar esto que me indicas profundamente. Gracias por indicármelo.
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Primero, agradecer que publiques este tipo de artículos que nos ayudan a reflexionar sobre nuestra práctica formativa como entrenadores.
Al ser un método ligado al sistema de enseñanza tradicional se puede pensar que es obsoleto o que podría ser antipedagógico utilizarlo, más no es así, ya que tiene como aspecto positivo la mecanización del gesto motor de manera más acelerada debido a la repetición y corrección constante, pero debemos tener cuidado de no basar la totalidad de nuestra enseñanza en este método, ya que podríamos llegar a limitar al jugador, a que él también descubra, experimente y resuelva los posibles obstáculos que se le presenten durante el aprendizaje de un fundamento y en un futuro es probable que este jugador presente limitaciones en su toma correcta de decisiones en una situación real de juego o le cueste trabajo adaptarse a otro equipo o entrenador.
En mi experiencia, me ha funcionado utilizar un método mixto, tomando en cuenta la heterogeneidad del jugador, equipo y contexto en el que se entrena, y es sorprendente como los niños y jóvenes logran aprendizajes efectivos a pesar de su carta edad, tal vez no tan rápido pero sí más conciente.
Saludos.
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Completamente de acuerdo con usted coach, gracias por compartir su experiencia con nosotros, ha sido de mucha ayuda y seguiremos creciendo y desarrollando chicos y chicas con la filosofía NG
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